Aumentar los impuestos y el precio del tabaco es una herramienta clave para reducir su consumo entre los jóvenes europeos, aunque el efecto no es igual en todos los países ni entre hombres y mujeres . Así lo concluye un estudio liderado por la Unidad de Control del Tabaco del Instituto Catalán de Oncología (ICO), que ha analizado datos de más de 12.000 jóvenes de entre 15 y 24 años de 26 países de la Unión Europea.
Los resultados de la investigación, publicados en la revista The Lancet Regional Health – Europe , muestran que el incremento de un euro en el precio de un paquete de cigarrillos se asocia con una reducción del 3,4% en el consumo entre los hombres jóvenes . En cambio, entre las mujeres jóvenes el impacto es menos significativo, lo que sugiere que las políticas fiscales no afectan a todos los grupos por igual.
Diferencias según sexo y país
Según los autores, los hombres jóvenes son más sensibles a los incrementos de precio porque disponen de menores ingresos propios, mientras que las mujeres podrían estar más influenciadas por factores sociales, como el acceso al tabaco a través de amigos o familiares.
El impacto que tiene el incremento del precio del tabaco también varía según el país. En el sur de Europa se ha observado una relación más clara entre el aumento del precio y la reducción del consumo juvenil , mientras que en otras regiones el efecto es más limitado.
La aplicación de la ley de edad mínima, todavía insuficiente
Todos los Estados miembros de la Unión Europea establecen los 18 años como edad mínima legal para comprar tabaco. Sin embargo, el estudio indica que esta medida no siempre se traduce en una disminución real del consumo juvenil . En muchos países, los establecimientos no verifican adecuadamente la edad de los compradores, y los jóvenes pueden obtener tabaco fácilmente a través de máquinas expendedoras o venta online. «El problema no es la ley en sí, sino su aplicación insuficiente», destacan los autores.
Para revertir esta situación, los investigadores proponen intensificar sus inspecciones en los puntos de venta, eliminar progresivamente las máquinas expendedoras y restringir la venta por internet. También recomiendan impulsar acciones educativas y sociales para desnormalizar el consumo de tabaco entre adolescentes y jóvenes.
Hacia una “generación libre de humo”
Pese a la reducción del tabaquismo juvenil en la última década, en el 2023 todavía fumaba 1 de cada 5 jóvenes europeos (unos 10,4 millones de personas de entre 15 y 24 años). Esta cifra sigue siendo elevada en comparación con otras regiones de ingresos altos y aleja a la Unión Europea del objetivo de alcanzar una “generación libre de humo” con una prevalencia inferior al 5% en 2040.
Los expertos instan a la UE y los gobiernos nacionales a reforzar la fiscalidad del tabaco , reducir las diferencias de precios entre países, aplicar con mayor rigor las restricciones de venta a menores y desarrollar estrategias de prevención adaptadas a las diferencias de sexo ya la realidad social de cada región.
