El 61,4% de los fumadores actuales y el 87,2% de los exfumadores en España avalan la continuidad de las restricciones aplicadas durante la pandemia de la COVID-19, que prohibían fumar en terrazas y espacios abiertos cuando no se podía garantizar la distancia de seguridad. Estos son los resultados de un estudio liderado por investigadores de La Unitad de Control del Tabaco de l’Institut Català d’Oncologia (ICO) y de l’Institut d’Investigació Biomèdica de Bellvitge (IDIBELL) recientemente publicado en la revista científica Tobacco Control.
La investigación, basada en una encuesta realizada a una muestra representativa de 1.006 personas fumadoras y exfumadoras de España, constata que la mayoría de la población fumadora —y especialmente la que ha dejado de fumar recientemente— muestra una predisposición favorable a mantener estas restricciones por motivos de salud pública. La encuesta se llevó a cabo en agosto de 2021, casi un año después de que España adoptara la prohibición de fumar en espacios abiertos durante la pandemia de la COVID-19.
El estudio revela que un 79,2% de los fumadores y un 94,6% de los exfumadores apoyaron estas medidas en el contexto de la crisis sanitaria. “Los resultados desmienten la percepción, a menudo promovida por la industria del tabaco, de que las medidas de control del consumo de tabaco son impopulares entre los consumidores”, destaca el Dr. Armando Peruga, autor principal del estudio.
Debate sobre la legislación
Los autores de la investigación señalan que estos datos adquieren especial relevancia en un momento en que el Gobierno español se dispone a presentar el proyecto de ley que modifica la Ley 28/2005 de medidas sanitarias frente al tabaquismo, que prevé ampliar los espacios sin humo a varios entornos exteriores.
En este sentido, los investigadores remarcan que los resultados evidencian una base social sólida “para avanzar hacia una ampliación de la legislación de protección frente al humo ambiental del tabaco”. Además, refuerzan la idea de que limitar el consumo de tabaco en terrazas y otros espacios exteriores es una medida ampliamente aceptada por la ciudadanía.
Los expertos también subrayan los impactos positivos de estas medidas: la mejora de la calidad del aire, la protección de las personas vulnerables y no fumadoras, la reducción de la exposición al humo pasivo de los trabajadores del sector de la hostelería y la desnormalización del consumo de tabaco. “La prohibición de fumar en terrazas y otros espacios exteriores contribuiría a crear entornos más saludables y seguros para todo el mundo y a desnormalizar el consumo de productos del tabaco en nuestra sociedad”, concluye el Dr. Armando Peruga.